lunes, 15 de septiembre de 2014

Esa molestia llamada Constitución

Cómo éramos pocos ... ¡parió la abuela! Bajo el lema "Buscando un rumbo irreversible" hizo su presentación pública el legendario Máximo Kirchner, la conjunción entre El y Ella. Un lunático al que no se le conoce actividad ni virtudes, pero que se supone que es uno de los que decide junto a la Presidente.

En realidad, sí tiene un empleo. Es dueño de la mayor y más exitosa agencia de colocaciones de amigos en cargos públicos, "La Cámpora". La verdad, me importa un carajo este personaje. Es un marginal que nunca le podrá explicar a su hijo de dónde saca la plata. Resulta más interesante lo que representa o interpreta mientras busca un rumbo irreversible (¿la cárcel?).

Nuevamente el kirchnerismo y/o peronismo ha menospreciado a la Constitución. Y todo por el tema de la re re elección. Uno de sus más ilustres pensadores nos ha esclarecido: "Si no están dispuestos, que digan por qué, porque si el tema es una ley, una ley la votan los diputados y senadores que están con mandato vigente en cada momento histórico; si no se puede derogar ninguna ley, disolvamos el Parlamento”.

¡Esa! Tiremos la Constitución a la mierda. Si las reglas de juego no nos permiten ganar, las cambiamos, y si perdemos tiramos todo al diablo. Un pensamiento muy argentino, ganar a cualquier precio.

No es exclusivo de los K, aunque el peronismo lo ha llevado al paroxismo. Justo ellos, que siempre han llegado al gobierno ganando legítimamente elecciones, después se cagan en las normas que les permitieron acceder. Y las retuercen para perpetuar el poder. No es una exclusividad peronista, está en nuestra trama social el no respeto por las normas.  Ha sido de este modo desde los albores de la Patria. Sino cambiamos esto, estamos fritos.

Como decía Mariano Moreno nuestro destino está cantado: "Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía."








miércoles, 10 de septiembre de 2014

Día del Maestro

Mañana en la Argentina se celebra a los maestros, fecha en la que Domingo Faustino Sarmiento pasó a la inmortalidad, o fue a rendir cuentas. Depende de quien escriba la historia.

Tengo ganas de recordar a la señorita Marta. Ella fue mi maestra desde primer a sexto grado, en séptimo no, porque la nombraron Vice Directora. También mi maestra de Pre Escolar se llamaba Marta. Y mi Mamá. ¡Las Martas han sido madres fundadoras de mi personalidad! Se la dejo picando a mis amigos psicoanalistas.

¿Qué recuerdo de la señorita Marta? Todo, el tono de su voz, su mirada, su manera de caminar. ¡Y lo trabajadora que era!

Todos los días había tarea para hacer, y todos los días pasaba banco por banco mirando los cuadernos, dando recomendaciones, felicitaciones y algún reto también, mientras en el pizarrón corregíamos los deberes.

Me enseño a leer y escribir. De su mano conocí a los padres de la Patria, la tierra en la que nací y el respeto por lo importante. Me abrió la ventana del conocimiento. También nos hablaba de Dios, aunque poco, escuela pública la mía. A la distancia la veo hablándonos con la urgencia de una madre que sabe que los pibes crecen y se van del nido pronto.

Un día nos recomendó que comenzáramos a leer los diarios. Sigue siendo un mandato de mi vida.

Después que dejé la escuela nunca la volví a ver. Se ve que salí corriendo muy rápido buscando mi destino. Hace unos cuantos años encontré su nombre en los obituarios de La Capital. Se había ido.

Hoy, con el aplomo que da el tiempo caminado, me reconozco su alumno, su discípulo.

Por eso, señorita Marta, feliz día del Maestro!