lunes, 25 de mayo de 2015

25 de Mayo de 2015

La Revolución de Mayo de 1810 encierra una contradicción que puede servirnos de pista para tratar de entender las contradicciones del hoy, y quizás para poder atisbar algún camino de salida al quiebre moral en el que vive la Patria.

Nuestro primer gobierno patrio asumió jurando fidelidad al rey Fernando VII. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre esto; algunos dirán que fue una mascarada para conformar a los españoles que vivían en Buenos Aires, pero que en verdad la idea era iniciar un proceso de independencia de la metrópoli ibérica, otros dirán que fue un triunfo de las fuerzas conservadores porteñas.

Quizás un poco de todo eso, junto y a la vez. Así somos.

En el contexto de aquellos años se presentaban mucha incertidumbre y dudas a la vez: la codicia ciega del virrey y de sus partidarios, la siempre inquietante angurria inglesa por estas colonias, el rey Fernando VII preso a manos de Napoleón, las ideas independentistas, los intereses económicos de las clases gobernantes, las ganas de un cambio, el temor al cambio, la corrupción provocada por el contrabando que todos disfrutaban, una clase media asustada, y como siempre un enorme pobrerío que era ignorado y ninguneado.

Muy parecido a nuestro hoy.

Me gusta pensar (no sé si fue efectivamente así) que en esa hora tan difícil aquellos hombres fueron capaces por un momento de poner sus intereses y diferencia a un lado, y quizás apretándose la nariz, se unieron en una causa común que incluía a casi todos. Y creo que sin darse cuenta dieron a luz la Patria Argentina, a la de verdad, no a la del relato de estos días.

Seis años hasta la independencia y cuarenta y tres hasta la constitución nacional. Fue un camino muy largo, complejo y sangriento. Pero lo hicieron.

¿Será posible que los hombres y mujeres que quieren vivir en una república democrática con libertad y justicia social hagan a un lado sus intereses y diferencias, aún teniendo que apretarse la naríz, y puedan hacer otra revolución?

Estamos a meses de las elecciones. Una nueva patria no se juega en quien gane las elecciones, ya sabemos que ninguno tiene un liderazgo moral que nos convoque a todos. 

Pero tengo una esperanza, tal vez la última, que el que gane convoque a un gobierno de unidad nacional. Tengo hasta octubre para descubrir cual de los candidatos se atrevería.

"Con las más repetidas instancias, solicité al tiempo del recibimiento se me excuse de aquel nuevo empleo, no sólo por falta de experiencia y de luces para desempeñarlo, sino también porque habiendo dado tan públicamente la cara en la revolución de aquellos días no quería se creyese había tenido particular interés en adquirir empleos y honores por aquel medio. A pesar de mis reclamos no se hizo lugar a mi separación. El mismo Cisneros fue uno de los que me persuadieron aceptase el nombramiento por dar gusto al pueblo. Tuve al fin que rendir mi obediencia y fui recibido de presidente y vocal de la excelentísima Junta (...) Por política fue preciso cubrir a la junta con el manto del señor Fernando VII a cuyo nombre se estableció y bajo de él expedía sus providencias y mandatos." 

Don Cornelio Saavedra 

viernes, 15 de mayo de 2015

¡Vuelve la Gendarmería!

Somos tan previsibles que aburrimos.
 
Hace un año, en el mes de mayo, le dediqué algunas reflexiones a la presencia de la gendarmería. Para ser exactos seis. Están geniales, las recomiendo porque son muy ingeniosas, pero sobre todo porque no ha cambiado nada. Podría volver a publicarlas cambiando la fecha (el año nomás) y no se notaría que son viejas.
 
Rosario Ocupada I
Rosario Ocupada II - No es lo mismo.
Rosario Ocupada III - El miedo ... ¿pero a quién?
Rosario Ocupada IV - ¿Son o se hacen? ¿O nos agarran de boludos?
Rosario Ocupada V - Avanza el orden. El que quiera entender ...
Rosario Ocupada VI - Ni el tiro del final. Final.
(las encuentran a la derecha del Blog, donde dicen Textos Varios).
 
Les recuerdo una imagen de aquellos días (miren a los bailarines):
 
 
  
 
Quizás el 25 de Mayo haya nuevamente  baile.
 
Vuelvo con este cada vez más maravilloso texto de Mariano Moreno:
 
"Tan reciente desengaño debe llenar de un terror religioso, a los que promuevan la gran causa de estas provincias. En vano sus intenciones serán rectas, en vano harán grandes esfuerzos por el bien público, en vano provocarán congresos, promoverán arreglos y atacarán las reliquias del despotismo; si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía."
 
Finalmente no entiendo porqué tanto escándalo por lo que pasó anoche. Hace rato que nos viene pasando a cada momento.

jueves, 14 de mayo de 2015

La democracia berreta y Del Sel – Segunda parte.

¿Y en Santa Fe cómo estamos? No muy distinto al resto del país. Claramente en nuestra riquísima provincia vivimos con miedo y hay gente que se caga de hambre. En estos aspectos nada nos distingue, lamentablemente, del resto del país.
 
Sin embargo respecto de nuestra vocación republicana, creo que hemos estado por encima del estado nacional y de otros estados provinciales:
-       No hemos reformado la constitución provincial para acomodarla al gobierno de turno
-       No tenemos reelección del gobernador
-       Hemos tenidos gobiernos sin mayoría parlamentaria que igual pudieron gobernar
-       La Corte de Justicia provincial no es motivo de escándalos
-       Tenemos alternancia de partidos en el gobierno
-       Tenemos un muy interesante sistema procesal penal (hay que darle tiempo)
-       A ningún gobierno se le ocurrió tener un 6-7-8
-       Eliminamos la boleta sábana
-       Dejamos atrás el sistema de ley de lemas
-       Nuestros jueces claramente no son los jueces de la servilleta ni los K.
A pesar de estos aspectos positivos, estamos cerca (¿muy cerca?) de consagrar por el voto popular como gobernador a un actor cómico sin trayectoria política, sin experiencia en la gestión de los asuntos públicos, sin propuestas claras. Y como si fuera poco, acompañado por algunas caras que vienen del peronismo (siempre presente, ya sea para la derecha o para la izquierda) de los noventa.
¿Enloquecimos como sociedad? ¿Nos queremos suicidar?
Me gustaría tenerlo claro.
No me preocupa que el señor Del Sel se haya ganado su vida haciendo chistes y tocándole el culo a vedetongas. No lo desprecio porque sea actor y me molesta que se lo ataque por su trabajo. Y más me molesta que se maltrate a sus votantes. Es claro que para muchos imbéciles la democracia es valiosa y funciona cuando ganan las elecciones los candidatos a los que han votado, sino es una mierda. Esto es una variante del fascismo.
 
Más bien me preocupa la escasez de definiciones políticas de su raquítico discurso. De a ratos me asusta que repita el relato medio pelo cargado de emocionalidad y vacío de contenidos. ¿Vuelven los cintazos para que seamos buenos tipos? ¿Quién va a manejar el cinto? Puro Doña Rosa, me corre un escalofrío por la espalda.
 
¡Mamita querida!
 
Pero entiendo a los miles y miles que lo votaron. Creo que estos comprovincianos han llegado a la conclusión que los políticos profesionales que nos han enterrado en la mierda no sólo no nos van a sacar, sino que nos van a hundir un poco.
 
¿Cómo creerle las propuestas (muchas expresiones de deseo sin mucho contenido) al candidato del oficialismo provincial si él es parte del gobierno actual? ¡Háganlas ahora y nos ahorran meses!
 
¿Cómo creerle las propuestas (muchas expresiones de deseo sin mucho contenido) al candidato de la oposición que gobernó 24 años esta provincia? ¿Ahora van a realizar lo que no hicieron en más de dos décadas?

¿Cambio o salto al vacío? No lo sé, sí creo que este dilema es hijo de la democracia berreta de Santa Fe.
 
Es una oportunidad que tenemos como sociedad.

lunes, 11 de mayo de 2015

La democracia berreta y Del Sel - Primera parte.

Nuestra democracia tiene 32 años. Y es una democracia berreta. La expresión no es mía, la leí en un portal de noticias y la adopté, me parece buena.
 
¿Por qué berreta? (Adulterado, cosa falsificada con apariencia de legítima, falso/ cosa u objeto de poca calidad, chafalonía, ordinario/). Porque a pesar de los discursos y nuestros mejores deseos hay tres grandes problemas que no hemos podido solucionar.
 
En primer lugar hay compatriotas que no comen todos los días, hay viejos y niños que se van a dormir con la panza vacía. No puede haber pecado mayor en nuestra patria. Millones y millones de dólares, pesos y yuanes destinados a erradicar la miseria. Sólo se ha logrado consolidar la alambrada de la exclusión social, de este lado los que tenemos sueños y recursos para llevarlos adelante. Del otro los rehenes de los planes sociales que sólo les permiten vivir en un estado de presente permanente: sin sueños, sin futuro, donde el destino de los padres ya condenó a los hijos. Y el cuadro se completa con un ejército de pelotudos de clase media que cacarea a coro "negros de mierda, dejen de vivir de planes, vayan a trabajar".
 
En segundo lugar, no pudimos vencer al miedo. Dejamos atrás el miedo frío de la dictadura y lo hemos reemplazado por el de la violencia urbana en todos sus variantes: entraderas, arrebatos, robos, asesinatos, secuestros ... y la narcocriminalidad que se apodera de todo lo que quiere, porque lo compra o porque lo asesina. Y todo ante la mirada cómplice o imbécil de funcionarios de todo tipo. La libertad que tanto costó se ha ido recortando, hemos vuelto al régimen de libertad vigilada, no ya del estado asesino, sino de la delincuencia. Cada vez con más énfasis se escucha: "a estos negros de mierda hay que meterles bala".
 
Y finalmente no tenemos república. Ni siquiera una republiqueta bananera. Fui a mis libritos de instrucción cívica y les pregunté: ¿Qué es una república?
 
Y me contestaron:
 
"Tradicionalmente, se ha definido la república como la forma de gobierno de los países en los que el pueblo tiene la soberanía y facultad para el ejercicio del poder, aunque sea delegado por el pueblo soberano en gobernantes que elige de un modo u otro. En la práctica suele pensarse que la forma de estado de un país es la monarquía si tiene rey, y república si no lo tiene. Lo cierto es que una república está fundamentada en el “imperio de la ley” y no en el “imperio de los hombres”. Una república es, de este modo, un sistema institucional independiente de los vaivenes políticos y en la cual tanto los gobernantes como los gobernados se someten por igual a un conjunto de principios fundamentales normalmente establecidos en una constitución".
 
Y a cagarse de risa: "Son elementos comunes que participan del contenido de la definición tradicional que la cultura occidental ha elaborado del concepto “República”:
  1. La periodicidad en los cargos
  2. La publicidad de los actos de gobierno: no es posible el secreto de Estado
  3. La responsabilidad de políticos y funcionarios públicos
  4. La separación y control entre los poderes
  5. La soberanía de la ley
  6. El ejercicio de la ciudadanía, quien pone y depone
  7. La práctica del respeto, y no la intolerancia, con las ideas opuestas
  8. La igualdad ante la ley
  9. La idoneidad como condición de acceso a los cargos públicos"
 
Podríamos realizar una larga lista de hechos que fueron destruyendo la República, me quedo con estos:
 
- el pacto de Olivos
- la Corte de los Milagros de Menem
- los indultos y los juicios de la verdad hemipléjicos
- las mayorías legislativas automáticas
- la justicia prostituida de partidismo político
- la corrupción estructural de los noventa, reformulada por déKada ganada
- el absoluto desprecio por la verdad del relato

Cada uno puede hacer la suya, la mía es solo enunciativa.