Cuando el Sultán de Anillaco reinaba en estas pampas gustaba decir que las ideologías habían muerto. Aparentemente el deceso de las ideas autorizaba, en aquellos años, para que pragmáticamente se afanaran todo lo que encontraron a su paso.
De aquellos inmortales días nos ha quedado el recuerdo imborrable del abrazo fraternal del Sultán y de Néstor Kirchner cuando lo recibía en Santa Cruz como "al mejor presidente de la historia". (hay muchas versiones en You Tube). Con el mismo entusiasmo el kirchnerismo (en ese entonces en estado de huevo de serpiente) votaba la privatización de YPF.
Después este nuevo padre del patria se convirtió en Presidente y se tocó un huevo cuando pasó al lado del "mejor presidente de la historia" en un acto de desprecio que algunos pelotudos festejaron como si fuera la Toma de la Bastilla. Un claro aviso de los tiempos por venir.
Las ideologías no habían muerto, - ¿quizás se habían ido de parranda? -retornaban de la mano del gran Néstor: ¿se habrá lavado las manos después de tocarse las bolas? ¿O con esas manitos sucias agarró a las pobres ideas? Dicho sea de paso, eran unas manitos manchadas de los billetitos de la usura judicial de la época de los milicos. No chicos, El y Ella no estaban en los montes tucumanos haciendo la revolución en los setenta, ni en el exilio planificando la resistencia. Recorrían pasillos de tribunales ejecutando deudores hipotecarios.
¿Recuerdan que Ella dijo que era rica porque era una abogada exitosa? ¡Qué bueno volvieron las ideas, el pensamiento nacional y popular!
Mientras escribo estas líneas escucho a Teresa Parodi cantando:
"Apurate José que ya está viniendo
La creciente otra vez y no sé por qué
Esta vuelta las aguas me dan mas miedo
Todo el bicherío la está anunciando
Como nunca fue ¡haye José!
Ya junté los críos y el atadito en el terraplén".
La creciente otra vez y no sé por qué
Esta vuelta las aguas me dan mas miedo
Todo el bicherío la está anunciando
Como nunca fue ¡haye José!
Ya junté los críos y el atadito en el terraplén".
Quedate tranquilo José. Teresa te espera del otro lado.
Hoy me enteré que hay un señor, no, no es Pedro Canoero, que es secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Es otro amigo de Teresa. Un gran pensador, que antes pensaba gratis y mandaba cartas. Ahora las va a cobrar.
¡No quiero ni imaginarme de qué ideas estamos hablando! Por si acaso, los antecedentes pueden orientarnos.
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