miércoles, 1 de abril de 2015

24 de Marzo del 76 – Yo estuve ese día – Tercera Parte

Ese mismo día por la tarde vinieron a casa mi tío Antonio y su nuera, la esposa de mi primo Cacho. Tengo el recuerdo medio difuso, me parece que me hicieron salir para que no escuche. La cuestión es que esa madrugada los milicos se habían llevado a mi primo cuyo pecado, según parece, es haber sido delegado de la Uom en Acindar.

Y nadie sabía dónde estaba. Mi papá tenía algunos amigos milicos y creo que pudieron averiguar que estaba detenido en una comisaría pero nadie podía verlo. Sólo se sabía que estaba vivo. Durante meses no se supo nada de él. Un cura que conocía a otro de mis tíos, lo encontró detenido e incomunicado en la cárcel de Coronda. Al tiempo lo soltaron. Supongo que al ser reconocido fue que se hizo visible y lo dejaron ir. O lo soltaron porque ya no les interesaba tenerlo allí. Recuerdo que alguien en la familia comentó que nunca lo interrogaron. Quién sabe. Todas las historias de esos días son vidriosas.

Me acuerdo que en la TV de la época, blanco y negro y dos canales, la programación se cortaba a cada rato para dar paso a las cadenas nacionales donde hablaba algún milico o se leían las proclamas y bandos de ese siniestro monstruo que recién nacía y que se había autobautizado como proceso de reorganización nacional.

Para mis once años el más dramático de esos bandos fue el que anunciaba que a partir de no me acuerdo qué día todos volvíamos clases. Hacía rato que no iba a clases porque la escuela estaba tomada por los estudiantes secundarios de la que años más adelante sería mi escuela, el Superior de Comercio.

No es mucho más lo que mi memoria tiene guardado de ese día. Algo más, fui al otro día a comprar papas a un carrito que había en la esquina de casa y para mi sorpresa el precio había bajado muchísimo. Ya les conté que yo estaba muy al tanto de esto porque hacía los mandados.

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