En una reunión con amigos y vino, comentando la entrada "Rosario Ocupada I", alguien expresaba que no es lo mismo. Y no, no es lo mismo.
Yo había escrito que en los setenta una triología infernal (corrupción política, terrorismo e inflación) habían sido la excusa para que la "gente" pidiera a los gritos que vinieran los milicos.Y que ahora, otra triología, también del averno (inflación, narcocriminalidad y corrupción), generaba en la "gente" pedidos de mano dura y otras delicias.
Si bien las trilogías son muy parecidas, el país no es lo mismo, nosotros no somos los mismos.
Que Ella se quede tranquila porque nadie va a dar un golpe militar ni cosa que se le parezca, por más que algunos lo pidan. No hay generales, ni almirantes, ni brigadieres dispuestos a derrocar a ningún gobierno. Y para que no quede duda tenemos un general de patrimonio dudoso y manos manchadas de sangre como comandante en jefe. ¡AY! Hay una forma del autoritarismo que se convalida con los votos, pero que es igual de perversa. Siempre empieza por el mismo lado, por el miedo.
Me parece que en tantos años de democracia hemos generado una gran deuda pendiente con nosotros mismos. No sabemos resolver nuestros conflictos si no es a patadas, con violencia. No soportamos la didiferencia. Ayer nos cagamos a tiros para que el sucio trapo rojo no nos invadiera o para que la patria socialista triunfara (según el gusto de cada uno), hoy llenamos de gendarmes las calles para que nos cuiden de los narcos o de los negros villeros que es casi lo mismo. Lo escucho a cada rato, y cada vez me desgarra más.
Y entre tanto, qué hice yo, qué hiciste vos, para que no llegáramos a esta situación?
Si tu primera respuesta es "la culpa es de los políticos" lamento informarte que ellos son sólo la cara visible de la sociedad que los engendra.
Creo, necesito creer, que todavía estamos a tiempo.
Yo había escrito que en los setenta una triología infernal (corrupción política, terrorismo e inflación) habían sido la excusa para que la "gente" pidiera a los gritos que vinieran los milicos.Y que ahora, otra triología, también del averno (inflación, narcocriminalidad y corrupción), generaba en la "gente" pedidos de mano dura y otras delicias.
Si bien las trilogías son muy parecidas, el país no es lo mismo, nosotros no somos los mismos.
Que Ella se quede tranquila porque nadie va a dar un golpe militar ni cosa que se le parezca, por más que algunos lo pidan. No hay generales, ni almirantes, ni brigadieres dispuestos a derrocar a ningún gobierno. Y para que no quede duda tenemos un general de patrimonio dudoso y manos manchadas de sangre como comandante en jefe. ¡AY! Hay una forma del autoritarismo que se convalida con los votos, pero que es igual de perversa. Siempre empieza por el mismo lado, por el miedo.
Me parece que en tantos años de democracia hemos generado una gran deuda pendiente con nosotros mismos. No sabemos resolver nuestros conflictos si no es a patadas, con violencia. No soportamos la didiferencia. Ayer nos cagamos a tiros para que el sucio trapo rojo no nos invadiera o para que la patria socialista triunfara (según el gusto de cada uno), hoy llenamos de gendarmes las calles para que nos cuiden de los narcos o de los negros villeros que es casi lo mismo. Lo escucho a cada rato, y cada vez me desgarra más.
Y entre tanto, qué hice yo, qué hiciste vos, para que no llegáramos a esta situación?
Si tu primera respuesta es "la culpa es de los políticos" lamento informarte que ellos son sólo la cara visible de la sociedad que los engendra.
Creo, necesito creer, que todavía estamos a tiempo.
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